El agua de mar está más de actualidad hoy que nunca La verdad es que este es un recurso inagotable, y aunque su uso en piscinas no es algo nuevo, la situación actual de sequía en algunas regiones y los decretos aprobados por algunas administraciones han contribuido a su utilización. Hoy en día, muchas piscinas se llenan con agua de mar, y cada semana se llenan nuevas piscinas. Por este motivo, desde el sector debemos proporcionar información rigurosa a los clientes finales que ven en este agua su única opción factible, lamentablemente, para refrescarse y disfrutar de su piscina.
Las piscinas, tal como se han equipado tradicionalmente (con excepción de algunas en zonas concretas, por ejemplo, en las Islas Canarias, o para usos específicos como la talasoterapia), no están preparadas para funcionar de forma satisfactoria con agua marina.
El agua de mar, a diferencia del agua salada de una piscina que funciona con un equipo de desinfección por cloración salina, tiene una concentración mucho más elevada, aproximadamente de unos 35 gramos por litro, frente a los 5-6 gramos por litro en una piscina con cloración salina. Esto significa que los materiales con los que el agua esté en contacto (casi todos) estarán sometidos a un potencial de corrosión muy elevado. Sin tener en cuenta este hecho, llenar una piscina con agua salada que no haya sido diseñada para esta circunstancia solo puede ocasionarnos graves problemas en muchos de los componentes.
Ahora bien, existen soluciones en la industria para abordar este problema. En primer lugar, los filtros de cartucho. Entiendo que el contexto se refiere a que el agua de la piscina no puede verterse a la red de saneamiento público debido a las restricciones sobre el agua de mar en las piscinas.